Entrevistamos a Antonio Vázquez Rodríguez (Jefe de Mantenimiento) y Jorge Fernández Menor (Jefe de turno) de la planta de Ourense de Inplasor Galicia S.L.

En este 6º viaje a Larraioz Elektronika, vuelven para recibir formación en torno al Cubic-S de Kawasaki Robotics (Módulo de seguridad) y a adquirir su 5º Robot Kawasaki. Durante su estancia nos cuentan cómo ha sido su trayectoria en los últimos años con la automatización y su relación con Larraioz.

Trayectoria de Inplasor

 

Inplasor se dedica al sector del plástico, más concretamente a la ingeniería de moldes, inyección y ensamblaje de piezas plásticas. El 90% de su actividad está dedicada al sector de automoción y sus premisas como organización son conseguir la satisfacción de sus clientes mediante la calidad y un buen servicio. Trabaja para empresas punteras de diferentes sectores. Su mayor capital proviene de la industria de la automoción donde destacamos la producción de piezas para vehículos específicos como Citroën Berlingo, Peugeot Partner, Opel Corsa, Fiat Punto Grande o Nissan Cubstar entre otros. Asimismo, poseen líneas de montaje de componentes para vehículos tales como Renault Megane y Citroën C4 Picasso.

Avanzando hacia la industria 4.0.

 

Cuando empezaron en su planta de Ourense en 1998 contaban con 7 máquinas. En la actualidad ascienden a 18 máquinas de inyección de plástico que van desde 50 a 800 toneladas. Están equipadas con robots industriales Kawasaki e IAI con los que llegan a fabricar diariamente hasta 95.000 piezas. Así lo afirma Jorge:»Estamos ampliando. Ahora trabajamos haciendo moldes, ingenierías… algo que antes no hacíamos porque la empresa que nos contrataba nos lo daba todo…» y añade Antonio, quien ya lleva 8 años en Inplasor: «A día de hoy hay más diversidad. No solo trabajamos para una empresa, sino para varias.«

El salto a la automatización

 

Tras los 22 años desarrollando, inyectando y montando componentes plásticos, Inplasor ha ido viendo como su planta ha ido transformándose con las nuevas necesidades del mercado. “Todo comenzó a raíz de un proyecto donde había que hacer «x» cosas que a mano era inviable y además, a un precio desorbitado. Nos pusimos en contacto con Larraioz Elektronika y lo que nos propusieron era exactamente lo que andábamos buscando en vistas al futuro”. Así fue cómo se lanzaron a la nueva aventura de la automatización y hasta la fecha de hoy ya han adquirido de Larraioz Elektronika a lo largo de estos 4 años 3 robots Kawasaki RS005L, 2 robots SCARA IXP de IAI y 7 RoboCylinders de la misma marca.

 

“Cada día el mercado se vuelve más exigente y las empresas se ven obligadas a automatizar sus plantas para garantizar dichas exigencias mediante robots y cámaras de visión”afirma Antonio sobre la actualidad. Y continúa “… Cada año que pasa los proveedores piden bajar el coste por unidad y exigen una mayor calidad externa al operario, es decir, que la calidad de la pieza no te la dé el operario, sino la máquina o una cámara”.

En cuanto a los beneficios tangibles, Jorge añade: “Con el robot nos ha dado tiempos de ciclo más rápidos, ha abaratado los costes y además la persona no tiene que hacer tanto trabajo. Hemos hecho pruebas y nos da 4-5 segundos por el cambio de pieza, lo que equivale a 30.000 piezas el minuto. ¡¡Eso es un montón!! Nos ha permitido ser más competitivos y ahorrarse a la empresa un montón de dinero. Sacar “x” número de piezas extra por turno y multiplicarlo por 3 turnos… Todo suma”.

 

Facilidad de uso de los robots

 

Hasta ahora la automatización y los robots se han visto relacionados con perfiles más técnicos, específicos en el área de la programación como por ejemplo, el de los ingenieros. Sin embargo, cada vez son más las empresas que con trayectorias más tradicionales y sin conocimientos técnicos muestran mayor interés por los robots industriales.

 

“No somos ingenieros, pero gracias a Larraioz y sus formaciones en robótica y mecatrónica, nos ha permitido ir adaptando los conocimientos poquito a poco para cada proyecto. Ahora mismo estamos utilizando el mismo robot para 7 moldes distintos. Además, nos ha permitido ir creciendo gradualmente como empresa y redirigirnos hacia la automatización, permitiéndonos ser más competitivos y adentrarnos en la programación de robots y abarcar aspectos más variados en la producción.”

Larraioz Academy: la vía hacia la independencia

 

En la actualidad existen muchísimas empresas que por miedo al cambio o por falta de conocimientos técnicos no se atreven a introducirse en el mundo de la robótica y la automatización. Larraioz Elektronika, consciente de esta necesidad del mercado y haciéndose valer de su experiencia y trayectoria en el área de la robotización y la mecatrónica, imparte formación en IAI, Kawasaki, LinMot y Codesys para que empresas como Inplasor se hagan valer por sí mismas.

 

Así lo afirma Antonio:“Nuestros clientes nos presentaban un proyecto con ciertas necesidades y requerimientos donde para llevarlo a cabo (diseñarlo y adaptarlo a esas necesidades) requería la figura de un ingeniero. En muchas ocasiones para realizar un cambio básico nos pedían un desembolso considerable de dinero y además cuando nos surgía un problema en algunas ocasiones no venían o lo hacían 2 días después, lo que suponía una pérdida increíble tener la máquina allí parada”. Ya esto añade Jorge: “A diferencia de otros, Larraioz nos dio la oportunidad de ser libres y totalmente independientes a través de la formación. Ahora dependemos de nosotros mismos y si tenemos alguna duda llamamos a Larraioz”.

Máxima calidad

 

Inplasor tiene claro su propósito, producir y ofrecer la eficacia, adecuación y calidad de sus piezas para conseguir así la satisfacción aspirada por ellos y para sus clientes. Antonio nos dice en torno a esto que “Para nosotros los robots de Kawasaki e IAI son sinónimos de precisión, calidad y efectividad. El robot y la automatización nos han permitido garantizar la calidad exigida para cada pieza. Cuando esta llega a manos del operario, se realiza una inspección final cada tanto en cuando para asegurarnos de que la producción es la correcta. Esto nos permite certificar la calidad del producto exigida por el cliente y además de aquella que caracteriza a la marca Inplasor”. Y añade: “Trabajamos con unos clientes muy específicos que nos marcan unas pautas muy concretas para realizar las piezas y cuya satisfacción es nuestra mayor prioridad. Además, comprar el robot es una garantía de calidad y garantía de que no vas a tener problemas con ellos.”

Una relación con Larraioz de casi 4 años

 

En Larraioz creemos en un ciclo de vida del producto, donde los clientes no solo adquieren productos, sino que los acompañamos a lo largo del camino apoyándolos y asistiéndolos cuando lo necesiten en este proceso a la automatización.

Antonio, quien ha visto muchos cambios a lo largo de estos 4 años, nos comenta: “Trabajamos y seguimos trabajando con Larraioz porque nos da lo que nosotros buscamos, tener nuestra propia independencia. Adquirimos el robot e inmediatamente después recibimos la formación en ese aspecto. Estamos más que satisfechos y cubiertos. Además, si tenemos una necesidad del cliente en un aspecto que desconocemos, hablamos con Larraioz, y le decimos –‘necesitamos hacer un curso de esto para tener esto claro’- venimos, hacemos el curso y vamos trabajando con base en las necesidades crecientes del cliente.”


Más información sobre el LMT ciclo de vida de producto de Larraioz Elektronika

Beneficios de los robots

 

Jorge, quien es Jefe de Turno de la planta de Ourense, nos explica su experiencia en el día a día: “… El operario tiene que llevar 5 máquinas, y gracias al robot, agiliza el trabajo del operario. No tiene tanta carga como antes.”

 

El avance tecnológico que ha conseguido Inplasor a raíz de la adquisición de los robots ha sido muy productivo. Les ha tributado una eficacia en sus procesos y un balance económico al alza, nos cuenta Antonio: “Gracias a la pinza de IAI podemos avalara los clientes una cota correcta para las piezas. No había otra manera lógica”, y continúa “… Asimismo, cuando tienes que encajar piezas, los márgenes de error sonde milésimas. El cilindro nos ha permitido garantizar unas posiciones que con el neumático no alcanzábamos. Ahora todo está medido y te aseguras de que llega a la posición correcta, a la que tú deseas y sin perder el tiempo”.

 

“Antiguamente con el neumático el robot bajaba, se lo pensaba, se toma su tiempo, etc. al contrario de lo que nos ocurre ahora con el actuador de IAI. Llega y tum, tum, tum, tum… Son tiempos que mi jefe gana por ciclo. Además, utiliza menos tiempo trabajando con un molde y podemos cambiar a más moldes más fácilmente, abaratando precios y siendo aún más competitivos”.
Desde Larraioz Elektronika le deseamos todo lo mejor a Inplasor y esperamos que esta relación siga por muchos años más.

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