La instalación de un robot cartesiano es muy sencilla. Ejemplo de ello es la serie TTA de IAI: “bastaría con sacarlo de la caja, ponerlo sobre una mesa, colocarle la herramienta o pinza y enchufarlo a 220 V(CA)”, aseguran en Larraioz, que comercializa los productos de la firma nipona.
Además, su programación se puede realizar desplazando los ejes manualmente o, aún mejor, usando los asistentes tecnológicos que, partiendo de dibujos CAD, generan los programas.
Dado que a los modelos TTA pueden operar hasta con 4 ejes, tienen además la posibilidad de incorporar servo pinzas integradas en su control. Esta arquitectura es muy adecuada para procesos de aplicación de adhesivos, dosificados, llenado de viables, ensamblajes, atornillados, comprobación de circuitos, mecanizados de materiales blandos, etc. Además, los robots cartesianos TTA de IAI no requieren instalación, son económicos, de bajo consumo eléctrico y sencillos de programar.
Sin embargo, si lo que se busca es de un robot cartesiano más a medida, las series IK e ICS son las más adecuadas. Y es que la firma japonesa IAI es conocida por su calidad y cuenta con una extensa gama de productos que permite encontrar un dispositivo mecatrónico adaptado para casi todos los requerimientos de movimiento lineal, rotativo, de agarre y robotizado.
