Reciclando en la IndiaMás de una vez, seguro, nos hemos encontrado con la duda de reparar un equipo-máquina o sustituirlo por otro nuevo. El nuevo generalmente es más moderno, y quizás hasta haga el trabajo mejor y más rápido. Habitualmente consideramos los factores económicos, ¿Cuánto más nos cuesta uno nuevo? ¿En qué tiempo amortizamos la inversión? ¿Cómo afectará el período de cambio a mi producción? Pero, ¿son estos realmente todos los factores a tener en cuenta a la hora de reemplazar un equipo–máquina?

 

Si lo miramos desde un punto consumista y de agresiva competición, quizás sí. Finalmente comprar un elemento nuevo es hacer girar la rueda del consumismo un poco más, esto generará más trabajo para quien fabrica, beneficios para el que lo vende, etc.

 

Seguimos a rueda de Alfred Sloan (presidente de General Motors del 23 al 56), que con su política de obsolescencia planificada, consiguió acostumbrarnos a cambiar de coche cada dos años, aunque no fuera necesario.

 

Pero, no es tan sencillo. Por un lado las nuevas máquinas o equipos se hacen ahora con menos expectativa de vida que antes, o sea que se diseñan y fabrican para durar menos. El cambio por una instalación o máquina nueva siempre trae consigo una inercia en el proceso de adaptación (materiales, operarios, métodos, etc.) que generalmente no se valora, y finalmente lo más importante: ¿Qué hacemos con la máquina anterior? Si se trata de un elemento mecánico, todo hierro, es sencillo, pero no suele ser así.

 

Las máquinas o equipos tienen cantidad de materiales diversos: eléctricos, electrónicos, mecánicos, aceites, grasas, plásticos, etc. Supongamos un ataque de conciencia ecológica y que queramos dejar todo como estaba antes de que esa máquina existiese. Pensemos por un momento que debemos pagar por un reciclaje “real” de ese elemento que tan alegremente descartamos. Posiblemente la decisión del cambio sería menos frecuente.

 

Al fin y al cabo ¿por qué no repararla, modernizarla o adecuarla? Esto también genera trabajo, de quien hace la adecuación, reforma o retrofiting, y claro está justifica la necesidad de un buen mantenimiento, tanto preventivo como de campo.

 

No sé si finalmente llegaremos a pagar el costo real de un reciclaje en toda regla. Pero si no lo hace quien desecha la máquina o equipo, seguramente lo hará quien fabrica el nuevo equipo o máquina.

 

Diagrama de reciclaje

 

Situación actual de reciclaje de residuos electrónicos

 

Reciclando en pésimas condiciones en la India

 

El reciclaje de productos electrónicos o eléctricos, es un angustiante problema actual para municipios y para la humanidad en general.

 

Más de 40 millones de toneladas de basura electrónica son generadas cada año en el mundo, una cifra comparable a la basura generada por la presencia de plásticos en los embalajes.

 

En general los equipos eléctricos-electrónicos contienen variedad de materiales de difícil recuperación, metales pesados, cadmio, berilio, plomo, estaño y elementos químicos peligrosos ( PBB´s, PBDE´s, TBBPA ….). Además de causar una grave contaminación, estos elementos son peligrosos para quien fabrica y más concretamente para los operarios que los reciclan (ver artículo de la Swedish National Food Administration).

 

Ante esta situación, los países “Desarrollados” en general optan por la vía sencilla, pero también la más cruel: la exportación. Se calcula que en Estados Unidos de América entre el 50 a 80% de la basura electrónica es exportada a países como China, Taiwan, Korea, Malasia, India, Vietnam y en general a África. Aunque existen cantidad de reglamentaciones que tratan de regularizar esta situación (Convención de Basilea por ej.) lo cierto es que resulta una práctica habitual. En EEUU por ejemplo es legal. Y, de hecho, el comercio de basura electrónica es un mercado en auge, y el coste del reciclado en los países “En desarrollo” es la décima parte que en Europa, por ejemplo.

 

Con el argumento de la reutilización, muchos productos viejos se exportan para su reutilización también a estos países, donde terminan en poco tiempo entre la basura normal. No es más que otra forma de incumplir tratados y eludir la responsabilidad de tan difícil situación.

 

La solución, como casi siempre, no es única y depende de varios factores, entre ellos pasa por que exijamos a los fabricantes la producción de elementos y máquinas e instalaciones, seguras, fáciles de reciclar y con un ciclo de vida largo.

 

Reparación, retrofiting: ¿por qué no?

 

Equipo para retrofiting de fresadoras

Tal como antes citamos, no es solo una cuestión económica, muchas máquinas y equipos pueden ser reparados o puestos al día para continuar su vida útil, para ello evidentemente hace falta un mantenimiento adecuado, disponer de un servicio de reparaciones apropiado, y la posibilidad de recurrir a alguna empresa que nos adecue la máquina o instalación, por supuesto todo esto respetando lo anteriormente dicho respecto al reciclaje.

 

Nuestra empresa cree firmemente en ello y es por eso que nuestro departamento de asistencia técnica y reparaciones goza de tan afamado prestigio. No podríamos entender nuestra labor, sin un equipo de gente que se encargue de prolongar la vida útil de los elementos puestos por nosotros en el mercado. Drivers, posicionadores y equipos de CNC suministrados desde los años 80 hasta ahora, siguen siendo reparados por nosotros. Estadísticamente, conseguimos reparar o dar nueva vida a un 87,5% de los elementos recibidos, y para el resto de los casos, siempre, rescatamos el equipo viejo, ¿quién mejor que nosotros podemos aprovechar componentes o piezas de esos equipos?

 

Desde un primer momento, en los 80, ya apostamos por esta forma de hacer las cosas ofreciendo en aquellos tiempos un equipo de CNC y drivers para el retrofiting de máquinas herramienta, que adecuaba las viejas máquinas fresadoras a las nuevas tecnologías.

 

Nuestro equipo de reparaciones dispone de instalaciones para la limpieza y secado por autoclave de equipos y placas electrónicas, sistemas de “Reworking” para tecnología SMD, etc.

 

Personalmente no creo que esta área de negocio en nuestra empresa sea rentable, pero sí que es un requisito, al menos para ser congruentes con nuestra filosofía. Por ello quizás es que este servicio es para nuestros clientes, quienes nos han comprado esos equipos, materiales o instalaciones y sólo para ellos. Es nuestro pequeño aporte al sostenimiento de un consumo responsable.

 

Quizás en un futuro este tipo de servicios sea una condición exigida a fabricantes, revendedores e integradores para la venta de nuevos productos servicios e instalaciones. A día de hoy sólo tenemos una descolorida norma CE que parece hacer aguas en este tipo de cuestiones.

 

Por BLA – Larraioz Elektronika

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