Menor tiempo de producción y bajas tasas de error.
Automatización de tareas repetitivas.
En las llamadas aplicaciones pick-and-place, las piezas se recogen y se vuelven a colocar en una posición y orientación específicas. Por ejemplo, con el fin de clasificar productos para un proceso posterior, de modo que las máquinas posteriores puedan manipular mejor las piezas.
Las empresas de la industria alimentaria, automovilística, farmacéutica y muchos otros sectores utilizan muy a menudo robots pick & place para el montaje o envasado de sus productos. Esto les ahorra tiempo de producción y reduce la tasa de error a prácticamente cero.